El sector de lavanderías es un modelo de negocio que se está consolidando en nuestro país. Según un informe de Tormo Franquicias, este sector está constituido por un total de 23 enseñas cuyo total de unidades asciende a 1.637 distribuidas por todo el territorio español. Facturan un capital de 103 millones de euros al año y han sido capaces de crear 1.600 puestos de trabajos. La facturación media de cada franquicia es de 62.581 euros y la inversión supone unos 47.500 euros.
Las previsiones de este sector son optimistas pues suponen un aumento del 2’4% del PIB lo que supone un crecimiento importante frente a otros países de Europa cuya cifra de aumento es del 1’2%.
La tendencia positiva de las franquicias de lavanderías se mantendrá durante el 2019 ya que, la construcción de pequeñas viviendas en grandes ciudades supone una falta de espacio para la implantación de electrodomésticos y como consecuente, las personas que viven en esta situación, acuden con mayor frecuencia a este tipo de locales.
Los establecimientos deben instalarse en concordancia con la legislación vigente relacionada con las instalaciones de electrodomésticos y con garantía de los métodos de desagüe.
Invertir en una lavandería conlleva un gran número de ventajas. El hecho de que su característica principal sea la autogestión y la carencia empleados en tienda se traduce en un negocio rentable y exitoso.
Estas franquicias optan por la implantación de lavadoras inteligentes que ahorran en electricidad y en productos, la clave el éxito de estos establecimientos es el ahorro pues utilizándolos, el usuario puede llegar a ahorrar más de 600 euros anuales en luz y 900 litros de agua. Teniendo en cuenta que España tiene el índice de precio más alto por kw/h los ciudadanos comienzan a tener preferencias en hacer uso de este tipo de servicio.
El objetivo constante del negocio va dirigido al bajo coste, tanto en los servicios que ofrecen como a la hora de invertir. El hecho de que no posean empleados en tienda, que se pueda dirigir el negocio telemáticamente desde el móvil y desde cualquier lugar gracias a un sistema de cámaras de seguridad, abarata los costes y permite ofrecer un servicio de bajo precio.
A pesar de que existen desventajas, como las de tener que acumular un gran volumen de colada y desplazarse al lugar no hacen que la tendencia deje de ser al alza.
Hablamos de un centro de lavado de ropa actual, cómodo y funcional, así se define la propia marca. Con una imagen atrayente para captar clientes y fidelizarlos posteriormente. Sus establecimientos carecen de empleados pues apuestan por el autogestionamiento, en donde el propio cliente realiza el trabajo de este modo se convierten en una enseña eficaz, rentable y productiva. Son responsables a la hora de mantener el menor consumo energético y respetando en todo momento el medio ambiente.
A la hora de abrir una de sus franquicias, la enseña se encarga de buscar un local adecuado, la puesta en marcha del negocio y la lista para empezar a franquiciar entre otras acciones. La empresa se creó en 2013 y en este mismo año comenzó a franquiciarse, la inversión que se debe realizar para la puesta en marcha es de unos 60.000 euros. Los establecimientos deben de tener como mínimo 50 metros cuadrados y la localidad en la que se encuentren debe tener por lo menos 15.000 habitantes.
Fresh Laundry cuenta ya con 31 locales, entre los servicios de lavandería autoservicio que ofrecen se encuentran el lavado especial de objetos de mascotas y carecen de servicio de tintorería. La marca brinda dos posibilidades a la hora de instalar una franquicia lavandería, en primer lugar, encontramos Fresh Urban que son locales convencionales, lavanderías self service con las características anteriores. En segundo lugar, se encuentra Fresh Box que ofrece el mismo sistema que el Urban con las mismas características, pero en un formato mas reducido con el objetivo de aprovechar nuevos emplazamientos, estos se encuentran en parkings de centros comerciales, gasolineras…
Es una franquicia de lavandería de autoservicio de alta rentabilidad y fácil de montar. Es una franquicia idónea para aquellos que no dispongan de mucho tiempo pues este negocio se puede gestionar telemáticamente desde un móvil o un ordenador. El hecho de no necesitar personal hace que el coste de inversión sea más bajo, de hecho, la inversión mínima es de 60.000 euros y la empresa se encarga del equipamiento completo del establecimiento con maquinas de alta tecnología que permite al consumidor pagar tanto en metálico como con tarjeta. La marca garantiza beneficios gracias la cómoda forma de gestión y facilidad a la hora de dirigir.
Funciona 365 días al año, tiene un amplio horario y no hay descanso lo que supone un alto fluencia de clientes a distintos horarios que consumen los servicios en la empresa. Tiene 30 establecimientos y sus emprendedores no necesitan tener un conocimiento previo del sector pues la enseña ofrece un seguimiento continuo y unas pautas para el correcto funcionamiento. El objetivo de la empresa es convertirse en la franquicia de lavandería de referencia en Europa.
Esta joven franquicia requiere una inversión baja de 35.000 euros con un retorno de la misma de entre 3 y 5 años. No es necesario que el emprendedor tenga formación o conocimientos sobre el sector, es más, no es necesaria su presencia en el local, pues la gestión de este se puede hace desde cualquier dispositivo móvil u ordenador. El bajo coste que promocionan vine de la mano de la falta de necesidad de empleados. Estamos hablando de un modelo de negocio contrastado con éxito, por tato es idóneo par aquellos emprendedores que quieren abrir su propio negocio.
La compañía se encarga de dotar a los nuevos locales de máquinas preparadas y especializadas para el autoservicio. Brindan dos modelos de franquiciar dependiendo del tamaño de los locales, la primera, denominada Kit Plus implantan cinco maquinas y los locales deben tener entre 40 y 50 metros, por otro lado, encontramos Kit Mega que consta de 7 maquinas y los locales necesitan tener entre 60 y 70 metros cuadrados.
Es una franquicia de lavandería self service con máquinas de alta calidad y un equipamiento y diseño del local bajo el criterio de la marca. Sus más de 20 años de experiencia avalan al emprendedor un alto margen de beneficios. Para minimizar riesgos la enseña se encarga de valorar la ubicación y supervisando el montaje. A la hora de abrir una nueva tienda que se una a las 400 que ya tiene tendrá el respaldo continuado de la marca.
No necesita emprendedores con altos conocimientos del sector pues ellos mismos ofrecen una formación detallada y profunda, pero si buscan a gente motivada e innovadora que arriesgue para desarrollar un negocio innovador en España. Los locales no tienen que ser muy grandes pues 25 metros cuadrados son suficientes y la inversión inicial necesaria es entorno a los 50.000 euros.
Esta franquicia de lavandería autoservicio que se creó en 2014 posee una maquinaria de alta gama que brinda un gran rendimiento y son fáciles de mantener. Al ser una lavandería self service no necesita empleados fijos lo que abarata costes. La gestión del establecimiento se realiza vía móvil por lo que permite al emprendedor trabajar en otra profesión. Brinda la posibilidad de hacer trabajos a domicilio, es decir con la recogida y posterior entrega de la ropa. La inversión inicial asciende a los 40.000 euros y calculan que el retorno completo de la inversión se realizará en un año. Es necesario cumplir con ciertos requisitos para implantar una de sus franquicias como que los locales tengan un mínimo de 40 metros cuadrados y que la localidad en donde se aloja tenga unos 10.000 habitantes.
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