Van a pensar que somos unos locos peligrosos
Luis y Albino son los artífices de haber dado solución a uno de los grandes problemas que comparten prácticamente, todos los turistas y viajeros del planeta.
Estos dos amigos empresarios y madrileños me han dejado hacerles alguna pregunta para descubrir la fascinante historia que comprende Locker in the City. La conversación, además de interesante fue muy divertida, colmada de chascarrillos y bromas, los fundadores me contaron al detalle todos los aspectos y característica que conforman esta innovadora empresa.
Los empresarios comparten años de amistad, disfrutan pasando tiempo juntos y compartiendo vivencias en el barrio madrileño de Malasaña. En una de sus quedadas empezaron a charlar y a comentar las experiencias y anécdotas de sus últimos viajes. Mientras la conversación seguía su curso, ambos llegaron al mismo punto, coincidieron en que los dos se toparon con la misma crisis en sus viajes.
Luis le contó que, en su viaje a Londres, el último día de su estancia, salió del lugar en el que estaba alojado y aun le quedaba unas horas para disfrutar de su aventura, pero se encontró con la inconveniencia de que tenía que pasear por la ciudad con la maleta a cuestas hasta que tomara el avión de regreso a casa. Le pareció una buena idea algo que pudo comprobar allí. Algunos restaurantes y tiendas permitían que los turistas dejasen su equipaje a cambio de un precio, y aunque el concepto era interesante, la verdad es que a Luis no le transmitía mucha confianza. Le daba miedo que, a pesar de que sus pertenencias estaban custodiadas, se las robaran porque, al fin y al cabo, seguridad como tal no había, y la desconfianza en este sentido está interna en los genes de los españoles.
Por otro lado, Albino se tropezó con el mismo problema cuando estaba de viaje en París. Lo que sí que puedo observar es que en la capital francesa había un estilo de negocio que ellos constituyeron más tarde. Se trataba de tiendas llenas de consignas analógicas donde la gente dejaba las maletas para poder disfrutar de su último día en la ciudad, pero allí había mucha gente y mucho barullo debido a que los lockers o consignas no eran cómodos y necesitaban la asistencia de un trabajador para llevar a cabo el servicio.
Por lo tanto, ante la tesitura de que se encontraron con la misma necesidad y que ambos habían visto una solución imperfecta a dicho problema se pusieron a pensar y a planear cómo podían hacer de aquella inspiración un negocio redondo y rentable.
Desde el principio los dos amigos querían montar un negocio juntos y que no tuviese empleados, pues cada uno de ellos ya son empresarios de negocios con plantilla y querían evitarlo. En un principio pensaron en poner una franquicia de lavandería, pero lavanderías hay muchas y ellos que se consideran plenamente emprendedores, querían ir más allá, querían crear algo que no existiera, que aportara una solución real a un problema y que además fuese rentable.
El negocio de alquiler de lockers se adaptaba bastante bien a las premisas que habían establecido, así que en octubre de 2017 comenzaron a darle forma a aquella idea que, en un principio, parecía bastante descabellada.
Durante los próximos cinco meses, se dedicaron en cuerpo y alma a investigar y a realizar estudios de mercado para comprobar si aquella “locura” podría tener éxito. Descubrieron que a nivel mundial había muy pocos negocios que tuvieran estas características, pero los que existían, además de tener varias carencias, gozaban de mucho éxito.
En Los Ángeles, en Estados Unidos había un chico que llevaba un negocio parecido al igual que en Paris. Pero en España, este servicio no estaba desarrollado. Uno de los aspectos que detectaron en estos negocios era la falta de tecnología y de seguridad. Es por ello que, desde el principio, apostaron por realizar una fuerte inversión en tecnología y en seguridad. Tras este tiempo de desarrollo y planteamiento, en enero de 2018, inauguraron el primer Locker in the City en Madrid, en la calle Barco, en el concurrido barrio de Malasaña.
Locker in the city es un negocio que aporta una solución segura para todos aquellos turistas que no saben qué hacer con su equipaje durante su viaje en una ciudad que no es la suya cuando, ya han salido del lugar donde se hospedaban y les quedan algunas horas antes de volver a sus casas.
El concepto como tal es bien sencillo, se trata de establecimientos en los que se dispone de un gran número de consignas o locker lo suficientemente amplias como para almacenar maletas. Existen varios tamaños, en el más grande llegan a caber hasta cuatro maletas individuales.
El usuario lo que obtiene es el alquiler del locker completo, en el que puede meter todo lo que quiera durante casi todo un día, pues los horarios de apertura de los centros son muy extensos, de seis de la maña a dos de la madrugada. El cliente solo paga por el uso de ese locker, no cobran por bulto, lo que resulta una enorme ventaja frente a sus competidores.
Las personas que quieran adquirir este servicio solo necesitan entrar en su web y reservar el locker que más se ajuste a sus necesidades, recibirán un código en el móvil con el que podrán abrir el consigna las veces que quieran, sin cobro adicional. Los locales están totalmente domotizados, no hay ningún empleado, para ello los fundadores realizaron una fortísima inversión en tecnología para que el sistema fuese muy sencillo de gestionar por parte del usuario y además, muy intuitivo.
Para que este negocio funcione bien y sea exitoso, los madrileños tuvieron muy claro desde el principio que tenían que invertir en tecnología, para que “la experiencia del usuario sea mágica”. Este tiene que ser capaz de dejar sus maletas en un minuto y no encontrarse con ningún problema. Por ello, la tecnología empleada es muy robusta y potente, para que no falle nunca. Los fundadores desde el inicio decidieron hacer las cosas bien, invirtieron mucho dinero, tiempo y esfuerzo para que el negocio funcionase desde el minuto uno.
La seguridad es otro de los puntos fundamentales en el que pensaron los empresarios, pues al recordar en la intranquilidad e inseguridad que experimentaron en sus viajes al dejar sus pertenecías en bares o tiendas, deseaban que sus clientes no pasaran por aquel trance. En vez de eso, anhelaban que se sintieran confiados y tranquilos al dejar su equipaje en Locker in the City.
Ante este aspecto lo que hicieron fue realizar un acuerdo comercial con la empresa de seguridad Prosegur, para que implantase su red de cámara de videovigilancia y que trabajasen como esta empresa lo hace. Por otro lado, Locker in the City tiene un contrato con Axa seguros, por lo tanto, cuando el usuario contrata el servicio automáticamente está adquiriendo a su vez un seguro por maleta de 1.000€.
En definitiva, lo que han conseguido con estas dos características es tener un negocio que no les da problemas, muy fuerte por sus dotes innovadoras y que además, se puede implantar tanto nacional como internacionalmente.
Aunque el público objetivo, en un principio, eran los turistas, se percataron de que no son solo ellos usan este servicio. Un porcentaje de los usuarios son madrileños que utilizan los lockers para dejar las bolsas de la compra y poder seguir comprando o ir a cualquier otro lugar sin tener que llevarlas consigo. También lo utilizan para dejar el casco de la moto, las personas que quieren ir al teatro o al cine y no quieren llevarlo en la mano. Al final, se han convertido, como dice Albino, en “consignas urbanas” más allá de un sitio donde dejar maletas. La gran parte de los usuarios son turistas, de los cuales el 90% son extranjeros, por ello la web está disponible en siete idiomas para que realicen su reserva en su lengua nativa.
Albino y Luis me confesaron que no les dio tiempo a plantearse el hecho de franquiciar, pues fueron las empresas franquiciadoras las que se pusieron en contacto con ellos. Aunque no se acuerdan en concreto quien fue la primera empresa que le propuso franquiciar, dicen que se reunieron con cuatro empresas de estas características. Finalmente confiaron en Tormo Franquicias Consulting para iniciar su andadura hacia la expansión.
Les hicieron ver que realmente tenían una buena oportunidad al franquiciar. En aquel principio no se lo había planteado, pero les abrieron los ojos y les ayudaron a apostar por ello.
El negocio puede funcionar en cualquier punto turístico de España, incluso en cualquier ciudad, aunque no sea tan turística. Aseguran que es una buena oportunidad para ganarse la vida de forma sencilla y con una gestión fácil.
El coste en tecnología es muy alto por la inversión tan potente que hicieron, por tanto, franquician el negocio tal cual, con todos las características tecnológicas y de seguridad, dan el proyecto “llave en mano”, es decir, todo montado.
Encuentran en la franquicia una ventaja para aquellos que quieren emprender un negocio de este sector. Si lo hacen de forma propia les va a conllevar mucho tiempo el cerrar todos los puntos y además les será muy caro. Luis cuenta que parece sencillo hacerse con una web, una tienda y unos lockers, pero en realidad no es tan fácil, por ello piensa que obtener un Locker in the City es la mejor opción. Luis me comenta que uno de los aspectos por los que decidieron franquiciar fue porque querían compartir todo lo que han hecho y lo que han invertido.
La previsión de expansión más próxima es la de abrir entre tres y cinco tiendas en España para este 2019. Los fundadores aseguran que les da igual las ciudades en las que se ubiquen, pues sea donde sea, Locker in the City es una franquicia rentable, nuestro país tiene un gran potencial. Por el momento, se van a centrar en España, aunque no descartan la expansión internacional. A largo plazo, no saben cómo se les planteará, el límite lo pondrá el mercado.
Cualquier país del mundo desarrollado, incluso los que todavía no lo están, pueden ser susceptibles de ofrecer los servicios de esta nueva enseña. Con la globalización, el turismo low cost, el fenómeno Airbnb y el nuevo hábito de viajar de la sociedad, hacen que este negocio encaje en cualquier ciudad del mundo.
La apertura del primer Locker in the City lo tienen grabado en su mente con tinta indeleble, lo recuerdan con mucho cariño y preocupación, porque al fin y al cabo era algo que les conllevó mucho esfuerzo desde que empezaron a plantearse la idea, investigaron y estudiaron el sector, buscaron capital y recibieron el apoyo de sus familias, no podían fallar. Estaban muy nerviosos ya que era un negocio novedoso y del que apenas tenían datos e información. Si se hubiesen decantado por la lavandería hubiera sido mucho más sencillo pues ese sector cuanta con mucha información y datos para contrastar y comprobar su éxito, pero ellos se habían embarcado en un viaje hacia un terreno inexplorado por el momento.
Al final recibieron la primera reserva y la estructura de su negocio funcionó a la perfección. Su sueño se acababa de cumplir. En la actualidad, reciben alrededor de 2.000 reservas mensuales y tienen abierta cuatro tiendas en Madrid. Este hecho se traduce como un éxito rotundo del proyecto, pues son cifras y datos extremadamente positivos teniendo en cuenta que llevan abiertos apenas un año.
Los emprendedores comentan que en este característico negocio suceden cantidad de anécdotas sorprendentes, como ver a algunos usuarios que permanecen más de tres cuartos de hora en los locales, sin hacer nada, solo jugando con el móvil sentados en el suelo, tal vez porque el local está fresquito o porque lo utilizan como parada técnica de su viaje, quien sabe.
Por otro lado, también les sorprende mucho y además les gusta, ver cómo al final, las tiendas se convierten en un centro donde la gente se conoce y socializa. Grupos de clientes que se conocen en los locales se van juntos y de repente los ven volver juntos tras haber pasado varias horas. Dicen que este hecho es muy común, han llegado a ver concentradas unas 20 personas en un local, es normal pues los usuarios de estos servicios suelen coincidir en los horarios. La gente esta más tranquila y relajada al no haber nadie que les vigile, campan a sus anchas y se toman su tiempo para aprovechar bien el servicio.
Este entorno de tranquilidad también hace que los usuarios se ayuden entre sí. No es la primera vez que un cliente que está dentro invita a otro a pasar para ayudarle y enseñarle a utilizar el sistema. La gente esta más relajada y es más amable, pues al fin y al cabo están disfrutando de su tiempo libre, “se sienten menos estresados y son más majos”, como dicen los madrileños.
Existen varios aspectos que los diferencian de la competencia. Cuando los fundadores realizaron el estudio de mercado inicial descubrieron que el negocio existía, pero no como ellos lo plantean en Locker in te City. Ellos son los únicos que lo están haciendo en escala, con todo tecnológico y domotizado. La competencia tiene empleados y su sistema de precios es diferente, al igual que la inversión en seguridad. A pesar de que cuentan con la misma idea, son conceptos totalmente diferentes. “¡Y encima somos los más baratos!” dijo Albino con orgullo. Locker in the City aporta un valor añadido que no pueden dar sus competidores, por ello el concepto es distinto.
Luis de 45 años y Albino de 43 son amigos desde hace casi 20 años, y al fin han logrado hacer juntos algo que les hacia mucha ilusión, montar una empresa conjunta de éxito.
Luis estudió Administración y Dirección de Empresas en Estados Unidos, concretamente en la Universidad de Texas. En este mismo país estudió un MBA (Master of Business Administration). Estuvo viviendo en EE.UU. unos doce años, volvió a España, pero enseguida volvió al país norteamericano entre 2007 y 2012 para montar su propia empresa en Silicon Valley. Esta era sobre juegos online, estuvo cinco años trabajando en este concepto. Luis contó que lleva desde 1999 involucrado en temas y negocios de internet y de tecnología de vanguardia. Es por ello, que este negocio le enamoró, porque para él la tecnología era un punto potenciador para su plena participación, la tecnología lo convertía en un negocio sencillo, que al fin y al cabo es lo que estaba buscando, pues además de tener Locker in the City con su amigo, Luis es CEO de otra empresa propia que se dedica a la comercialización de ropa seminueva por internet que ya tiene presencia en varios países. Se define así mismo como pleno emprendedor, esa esencia le hizo crear Percentil.com y ahora apostar por Locker in the City.
Luis es un amante de los deportes acuáticos, siempre que tiene tiempo libre procura aprovecharlo haciendo kaysurf o algún deporte del estilo, además de pasar tiempo con su familia. Se considera una persona extrovertida y por ello, le encanta socializar, algo que comparte con su buen amigo Albino.
Por lado Albino estudió empresariales en Alemania, estuvo viviendo en este país unos quince años con su familia. Después volvió a España y conoció a Luis en el barrio de Malasaña de Madrid. Le encanta jugar al pádel y procura practicarlo con regularidad para mejorar, aunque confiesa que no ha evolucionado mucho. Dice que es un dj frustrado, o tal vez una estrella de rock en cubierta, no lo tiene muy claro. Es propietario de una empresa de selección, de recursos humanos, llamada 360talent.com
Ambos comparten la afición del futbol, aletistas de pura cepa. Me aseguraron entre risas que son honestos y luchadores, los valores de su equipo.
La conclusión de esta historia de éxito y esta divertida charla la resumió a la perfección Albino “van a pensar que somos unos locos peligros”.
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