Devuelving solo gana cuando sus franquiciados lo hacen, siendo esta la mayor garantía que les podemos ofrecer, todos vamos en el mismo barco, por lo tanto, cuando mejor les vaya a nuestros franquiciados mejor nos irá a nosotros como marca
Devuelving nace como empresa en el año 2010, de la mano de tres fundadores relacionados con el mundo de la distribución que vieron una buena oportunidad en este nicho de mercado, cuando la venta online era una cosa muy puntual, y todo lo que se vendía por internet eran productos de tecnología o perfumería. Devuelving es un modelo de negocio procedente de Europa y Estados Unidos, donde la venta online estaba muy implantada, y sus fundadores querían traer ese concepto de comercio online a España, pero de una manera diferente, sobre todo, enfocándose en productos de gran consumo. En el momento en el que Devuelving llega a España el mundo del comercio online todavía era muy complejo en nuestro país, ya que la mayoría de consumidores preferían la compra presencial en tienda física y les daba miedo pagar en una plataforma digital y no recibir el pedido. “Realmente hace 10 años prácticamente nadie compraba por internet”, afirma Juan Antonio Manchado, Director de Expansión de Grupo Devuelving.
Dos años después de su llegada al país, en el año 2012 surge el concepto de franquicia, con el propósito de reunir las ventajas del mundo online con productos de consumo habitual a buen precio, relacionados con droguería, higiene, cosmética y parafarmacia, siendo estas las primeras categorías que se crearon en el negocio. Además, intentaron eliminar los problemas que generaba la compra por internet en su momento, a través del modelo de franquicia. Cada dueño, con su tienda tenía cierta vinculación y relación con los clientes, con lo cual, lograron crear una mayor confianza y fidelización por parte de los consumidores, que por ende, hizo que aumentaran las ventas y el consumo online. “Esto pasó porque detrás de cada compra online había un vendedor al que el cliente conocía, ya fuera directa o indirectamente, por lo tanto eso le generaba una mayor confianza y tranquilidad a la hora de comprar, ya que pensaban, si no me llega el producto o si tengo cualquier problema, siempre tengo a alguien con quien hablar”, apunta Juan Antonio, que añade que “nosotros siempre hemos tenido mucha relación con nuestros franquiciados, siempre hemos escuchado mucho sus opiniones, sus criterios, porque realmente son los que viven las experiencias de primera mano y su idea siempre ha sido muy positiva a la hora de desarrollar el negocio, ayudándonos a cambiar nuestra idea inicial”.
Al principio, todas las tiendas se llamaban devuelving.com y los clientes cuando entraban introducían en un apartado un código especial, el código del franquiciado, “nuestra primera idea era encajar el modelo de negocio dentro del parámetro de Devuelving, con un toque comercial para crear una marca potente, donde todos los clientes cuando entraban en la web, lo hacían por medio de un código de franquiciado que se les había facilitado, porque anteriormente el franquiciado había hecho publicidad de su negocio”, explica Manchado. De esta forma, el cliente entraba en la página propia del franquiciado a quien Devuelving desde el primer momento, le había dado la libertad de poder decidir sus precios, “le dábamos precios de coste de mayorista para que cada uno pudiera decidir sus precios de venta, sus márgenes de beneficio, su política de gastos de envío, etc. En función del código que introdujera cada cliente, le dirigía a la página de un franquiciado o a la de otro”, afirma el directivo de la marca. Desde Devuelving pensaban que este sería un modelo muy exitoso y que bajo ese concepto iban a crear una imagen de marca fuerte, pero la realidad fue que los franquiciados hicieron cambiar el transcurso de los hechos, “fue un proceso que costó bastante decidir pero todos los franquiciados o la mayoría reclamaban tener un nombre propio, porque querían tener un trabajo y una imagen propia, y mayores personalizaciones”.
Después de un tiempo contemplando esa idea y tras varias reuniones con los franquiciados, desde la central de Devuelving decidieron que el camino a tomar fuera en ese sentido, donde el propio franquiciado tenía su propia imagen de marca, nombre y estética, de tal manera que fuera único y diferente a todos los demás. “Al final nuestros franquiciados pensaban que su mayor valor añadido estaba en tener una imagen propia y empezamos a trabajar bajo este formato”, confirma Juan Antonio.
Técnicamente, todo había evolucionado mucho en muy poco tiempo, todos tenían que tener un nombre de su página con el dominio devuelving.com, hasta llegar a lo que son hoy en día. Ahora, cada franquiciado elige su nombre propio, diferente y único, no tienen que tener ninguna relación con Devuelving y el diseño de la página web se hace totalmente desde cero, probando muchas plantillas y formatos, gracias a la experiencia con la que cuenta la marca, es un proceso que está muy evolucionado. “Este cambio se llevó a cabo entre el año 2014 y 2015, cuando se pasó a los dominios propios y en este sentido, en todo este tiempo, el negocio no ha dejado de evolucionar y de crecer”, apunta el director de expansión de Devuelving.
Empezaron con una pequeña oficina en Sitges y con los almacenes en Villafranca del Penedés, ambas localidades en la provincia de Barcelona, siendo estos últimos externos de un colaborador logístico donde tenían guardados los productos. Más tarde, ampliaron las oficinas e introdujeron en las mismas un pequeño almacén y “poco a poco fuimos evolucionando hasta donde estamos actualmente, en Villanueva y Geltrú, también en la provincia de Barcelona, donde tenemos un edificio de oficinas más importante y centralizado junto con el almacén donde gestionamos y controlamos la salida y entrada de los productos”. También han ampliado el número de referencias, han pasado de unas 2.000 ó 3.000 en un inicio, hasta alcanzar las más de 22.000 que tienen ahora, estando todo mucho más informatizado poniendo en marcha métodos mucho más efectivos, agilizando la logística, las entregas, etc. Devuelving ha logrado evolucionar de una manera muy rápida, “contamos con gente con mucha experiencia, aunque tenemos un equipo de gente joven, son profesionales que conoce ya el modelo de negocio, el cual ha evolucionado mucho técnicamente, logísticamente, de cara al servicio al cliente, al franquiciado y a las herramientas para los franquiciado. Realmente hoy tenemos un modelo de negocio muy potente donde el franquiciado cuenta con muchísimas herramientas, opciones y capacidades de generar beneficios, ya que inicialmente solo lo hacía por las compras que se hacían en su negocio, con el margen de diferencia de precio entre el coste de los artículos que nosotros le dábamos y el precio de venta que ellos ponían”. Sin embargo, hoy en día los franquiciados pueden aumentar su rentabilidad a través de diferentes herramientas, las suscripciones Premium, la venta de productos propios además de las referencias que la marca les proporciona, acuerdos con terceros o colaboradores, beneficios por hacer publicidad, etc.
El negocio empezó siendo una idea de venta y distribución de productos a través de una marca potente y una imagen conocida, y se ha extendido mucho más, generando sinergias apoyadas en todo momento en las oficinas de los franquiciados. “Creamos un espacio, la comunidad Devuelving”, que se trata de un foro en el que están todos los franquiciados junto con la central franquiciadora, donde continuamente se aportan ideas, soluciones, mejoras, etc. Digamos que cualquier negocio está obligado a evolucionar y nosotros que nos dedicamos al mundo online todavía más, porque va mucho más rápido todo, los cambios son constantes y si te quedas parado, te quedas desfasado”.
Para Devuelving crecer y evolucionar de la mano de sus franquiciados es imprescindible ya que para la marca son ellos los que están al pie del negocio, tienen la experiencia y realmente aportan opiniones más sólidas y reales de lo que sucede.
Una de las cosas que hacen muy particulares a este formato de franquicia es que después de la inversión inicial que es pequeña, no se vuelve a pagar nada más en ningún momento de su etapa como franquiciado, simplemente la central cobra un porcentaje de un 2% o un 3% sobre el precio de mayorista que le pone a sus franquiciados. “Devuelving solo gana cuando sus franquiciados lo hacen, siendo esta la mayor garantía que les podemos ofrecer, todos vamos en el mismo barco, por lo tanto, cuando mejor les vaya a nuestros franquiciados mejor nos irá a nosotros como marca”.
La mayor dificultad que han encontrado a lo largo de su trayectoria como marca está en los tiempos de desarrollo de las cosas, puesto que todos quieren que vaya más rápido y a veces la espera por los cambios tecnológicos puede llegar a ser larga, “siempre que desarrollamos algo, cuando lo plasmamos mentalmente, nos quedan muchas inquietudes porque lo vemos todo muy fácil pero luego empezamos a pelear con nuestro informáticos, nuestros propios compañeros, que realmente ven la complejidad de las cosas en un negocio como el nuestro, donde contamos con varias páginas web y muchas herramientas para nuestros franquiciados”, apunta Juan Antonio entre risas.
En cuanto al nombre de la enseña, se debe a una mezcla de conceptos, inicialmente lo que se pretendía era que los clientes compraran más barato, teniendo como idea, generar un beneficio sobre el cliente final, es decir, el usuario hacía la compra y le devolvían parte del dinero a través de una suscripción, por lo tanto la compra le salía más barata. Para llegar al término Devuelving, “hemos jugado con la palabra devolver y el –ing anglosajón, ya que todo lo relacionado con internet y el mundo online está muy arraigado a ese idioma” cuenta Manchado y añade que “nos ha pasado alguna vez, cuando estábamos empezando que la gente nos confundía con la compañía de aviones”, recuerda anecdóticamente Juan Antonio Manchado, Director de Expansión de Devuelving.
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