Si le apasiona el mundo de la moda y desea independizarse o diversificar su negocio, Amichi tiene mucho que ofrecerle.
“Con 30 años de experiencia, tenemos la estructura necesaria para dar un soporte global a la red”, inciden los responsables de la cadena. “A través de nuestro sistema de información y logístico, controlamos todos los factores que intervienen en la actividad”.
Otro valor diferencial es su propuesta comercial, “con un estilo muy definido y que hemos configurado a lo largo de la trayectoria de la empresa”. En un principio, el concepto está dirigido al autoempleo. “No es precisa la experiencia previa en el sector, pero sí es importante que el emprendedor esté interesado en el mundo de la moda y que posea dotes comerciales”.
La confianza mutua, la correcta gestión de sistemas y la integración de la cadena de valor permiten a la franquicia Amichi ofrecer al franquiciado un servicio rápido y efectivo.
La central de la franquicia Amichi ha sellado acuerdos con las principales entidades financieras para facilitar el acceso a recursos. “El asociado ha de aportar en torno al 30% de la inversión en recursos propios, un desembolso, por otro lado, que se recupera entre el segundo y tercer ejercicio”.
El corazón del sistema está avalado por una compleja estructura logística de tecnología y sistemas de información para la coordinación, el control y el seguimiento del mix comercial.
Infraestructura con la que se consiguen economías de escala y ventajas competitivas muy definidas.
Franquicia Amichi aporta una sólida Imagen de Marca avalada por los más de 25 años que lleva operando en el mercado, siendo la primera empresa de moda en nuestro país en expandirse bajo la fórmula de la franquicia.
En la actualidad cuenta con más de 140 puntos de venta repartidos a nivel nacional en forma de tiendas propias, como franquiciadas.
Descubre las ventajas de integrarse en una sólida y reconocida cadena empresarial en España y en pleno proceso de expansión internacional.
- Tú puedes ser franquiciado con Amichi.
- Capacidad para ser empresario y gestor del punto de venta.
- Poseer aptitudes comerciales y vocación de atención al cliente.
- Tener ilusión, entusiasmo y vinculación con la marca.
- Disponer de capacidad económica para cumplir los requisitos del contrato.