Cuando decidimos invertir o emprender en un modelo de negocio, la primera cuestión que nos planteamos es, ¿será viable abrir una franquicia en la ciudad o localidad en la que vivo? Y es que no todas las franquicias están diseñadas para el mismo número de población, encontramos una gran variedad que requieren de una alta densidad de población, pero también las hay que se pueden adaptar a ciudades pequeñas e incluso, pueblos.
La siguiente pregunta que nos planteamos cuando vamos a abrir una franquicia en una población pequeña es ¿qué ventajas obtiene la marca instalando sus franquicias en pequeñas localidades? Ante esto, encontramos que estas franquicias cubren una demanda no existente en estas poblaciones y muy necesaria para las mismas, dando un servicio más personalizado y de proximidad.
Dentro del sector de la distribución alimentaria y los supermercados, establecimiento básico en cualquier población de España, encontramos que grandes cadenas de alimentación como la marca DIA pueden ser implementadas en poblaciones de más de 1.000 habitantes. El modelo de franquicia DIA se caracteriza por ser una oportunidad de emprendimiento, autoempleo y economía familiar, una oportunidad para la España rural y el comercio en poblaciones urbanas. De ahí a que se haya convertido a día de hoy en una de las cadenas de alimentación con mayor número de tiendas en municipios de menos de 10.000 habitantes. Según Emilio Quero, Director de Franquicias DIA España, “los franquiciados son el mejor ejemplo de proximidad y cercanía, dos de los valores que identifican a la cadena de supermercados DIA. Ellos son quienes están presentes en los barrios y en los pequeños municipios, son referentes en sus comunidades y los que mejor conocen a los clientes, llegando a establecer vínculos que les permiten entenderles y dar respuesta a sus necesidades de forma inmediata". La enseña, que se encuentra inmersa en un ambicioso plan de expansión a través de la franquicia, con el objetivo de abrir 400 nuevos establecimientos en los próximos dos años, no decidirá la ubicación de las nuevas tiendas en base al tamaño de población, “sino que intervienen otras variables que nos permitan ofrecer ese servicio de proximidad que buscamos en todas nuestras tiendas", asegura Emilio Quero.
Otra cadena referente del sector de la distribución alimentaria a nivel nacional e internacional es Carrefour Express, la cual requiere de una población de más de 3.000 habitantes para desarrollar su actividad comercial. Este formato de franquicia de la marca, se adapta a superficies más pequeñas y realzan el concepto de supermercado de proximidad, con todas las ventajas de una tienda tradicional de Carrefour. El objetivo con este modelo de negocio es dar cobertura a zonas menos pobladas o barrios de las grandes ciudades, destacando la atención al cliente, la cercanía y la facilidad para hacer de la compra una experiencia cómoda para el consumidor.
Otro tipo de negocio que se puede abrir en una población pequeña es uno de agencia de viajes, como el de Zafiro Tours, que necesita de una población de más de 5.000 habitantes para poder desarrollar una franquicia de la marca. Según Lola Martínez, Responsable del Departamento de Expansión de Zafiro Tours, “consideramos que abrir una agencia en una población pequeña conlleva a una operativa más sencilla y genera mucha más confianza en la relación entre el franquiciado con sus clientes”. Y es que grandes empresas ya consolidadas en el mercado como Zafiro Tours, que está presente en países como México y Colombia, da la oportunidad de llevar su modelo de franquicia a localidades más pequeñas y que los vecinos de la zona tengan acceso a todas las ventajas que ofrece la marca, acercando sus servicios a los clientes a través de la confianza y el conocimiento de la zona por parte del franquiciado. “A nuestras oficinas les ofrecemos una imagen de marca consolidada, todo el material necesario para llevar a cabo una agencia de viajes y el apoyo en todas las áreas del negocio”, concluye la responsable de Zafiro Tours.
Otro ejemplo dentro de esta densidad de población, es la franquicia Bloomest Smart Laundry, que necesita de una población de más de 6.000 habitantes para la apertura de una de sus lavanderías. Además, esta enseña ofrece la opción de un formato de lavandería móvil y adaptable, la Modular Bloomest, que se puede instalar tanto en gasolineras, como en centros comerciales o grandes supermercados, ya que requiere de un local de mínimo 20 metros cuadrados.
Para aquellas poblaciones con más de 10.000 habitantes es ideal abrir una modelo de franquicia como Yallego, una plataforma delivery de proximidad, con poca competencia en el mercado local y que nace con el objetivo de ofrecer un servicio de calidad, económico y cercano tanto a los restaurantes locales como a los consumidores. Según Ismael Martínez, CEO fundador de la franquicia Yallego, “el tipo de servicio y las condiciones de nuestro soporte son factores de necesidad para las pequeñas y medianas empresas, es por ello, que favorecemos su inclusión en el sector de última milla con condiciones ventajosas. Además, es un concepto con diversidad de posibilidades de crecimiento, ya que el sector del food delivery local está en pleno crecimiento porque la mitad de los españoles son consumidores habituales de este servicio”. Además, Yallego es un modelo de franquicia de fácil implantación ya que no requiere de local y tampoco una inversión en medios de transporte.
También podemos destacar en este rango de población, la franquicia Eva Alfaro, una enseña especializada en calzado y complementos que requiere de una población de más de 10.000 habitantes para poder llevar a cabo la apertura de una franquicia de la marca, dándole la oportunidad a los vecinos de la zona de disfrutar de una amplia variedad de productos de calzado para toda la familia a precios económicos.
Sobre todo ahora, que con la pandemia se ha reactivado la actividad comercial y el ocio en los pueblos, aumentando la población de los mismos, es todavía más importante que existan opciones de distintas áreas de negocio para poder instalar en ellos. Además, la implantación de nuevos formatos de franquicia atrae sucesivamente a otros sectores y reactiva, por ende, la economía local.
En conclusión, abrir una franquicia en una pequeña localidad o barrio supone menor inversión en infraestructuras, una operativa y una gestión más sencilla, porque el modelo de negocio es de menor tamaño, y aporta confianza, es decir, el franquiciado, conocedor de la población, establecerá vínculos más cercanos con sus clientes, además de que la apertura de un nuevo establecimiento en la zona promoverá la actividad de los proveedores locales.
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