En el siguiente reportaje, hablamos sobre las nuevas demandas que surgen en el sector educativo y cómo las distintas franquicias de este sector afrontan los nuevos retos, impulsando su desarrollo y proporcionando formación y educación de calidad a sus clientes.
Como bien es sabido, la educación es un derecho fundamental para todas y cada una de las personas. En ella se sustenta la sociedad completa y todos los que la conforman, desde la primera a la última. La formación de las nuevas generaciones es imprescindible de cara a un futuro cada vez más inmediato. Además, los ritmos de vida se han acelerado de tal forma que apenas hay tiempo para hacer previsiones de ningún tipo.
A pesar de que el futuro es incierto, sí que existen una serie de factores determinantes que estarán presentes en él. Y es que cada vez el mundo está más interrelacionado, todo se ha vuelto mucho más global y multicultural. Precisamente por eso, la enseñanza es uno de los pilares fundamentales de la sociedad. Los nuevos hábitos y estilos de vida anticipan que las nuevas generaciones deberán adaptarse a nuevos entornos que todavía no existen. Con lo cual, la incipiente necesidad de nuevos métodos educativos está cada vez más presente en el día a día del sector educativo.
Las necesidades del sector educativo se han convertido en oportunidad de negocio para las franquicias
Más allá de la formación y educación básicas, que usualmente se imparten en guarderías, colegios, institutos y universidades, existen otros aspectos que también requieren de profesionales y centros especializados. La prioridad de determinadas áreas de la educación, así como la falta de recursos, hacen que otras cuestiones queden excluidas. No obstante, la formación en estos ámbitos continúa siendo necesaria, y por ello la sociedad las demanda fuera de la estructura educativa oficial.
Con lo cual, junto al desarrollo constante de la sociedad, surgen nuevas necesidades que cubrir dentro de la educación. Esta es la razón de ser de múltiples negocios, cuyo modelo aúna características específicas, con las que han alcanzado no sólo el éxito, sino también el privilegio de convertirse en una necesidad. Esto, ha llevado a un amplio número de negocios a convertirse en franquicia por demanda y por la eficiencia que les define.
Según afirma Óscar Diaz Reimóndez, Director de Operaciones de Nemomarlin, "las escuelas infantiles se enfrentan a nuevas necesidades educativas debido a los cambios sociales, culturales y tecnológicos. Alguna de esas necesidades son la educación emocional, la incorporación de la tecnología, la valoración de la diversidad cultural, el enfoque en habilidades socioemocionales y la promoción de la salud y el bienestar".
Las franquicias que se dedican a la educación no sólo ofrecen soluciones para la enseñanza. Además de ello, han permitido la democratización y la accesibilidad a la formación y la educación por distintos puntos geográficos en distintas áreas. Por tanto, resulta interesante analizar cuáles son los factores que han contribuido al crecimiento y al éxito de algunas franquicias del sector educativo.
Especialización y diferenciación
Una vez que se alcanzan los niveles mínimos y básicos educativos, es necesario abordar una serie de cuestiones que no se plantean en la enseñanza. Por ello, las franquicias del sector educativo ofrecen soluciones a problemas reales, que son una de sus principales vías de crecimiento. Junto a ello, es importante señalar también los cambios en el sistema educativo que llegaron para afrontar el impacto social de la pandemia por covid-19.
Fue en este momento cuando se hizo evidente la falta de digitalización y la urgencia que había en el sector educativo a la hora de incorporar las nuevas tecnologías en toda su estructura, desde las aulas hasta los departamentos de profesores.
Los centros educativos de todo el mundo instalaron toda clase de equipos informáticos y programas de enseñanza virtual. Sin embargo, después de este breve boom, la mayoría no avanzaron en la implementación integral de estos medios, dejando abandonado un posible segmento de mercado con altas posibilidades de negocio.
En este sentido, los métodos y las propuestas educativas de las franquicias del sector cuentan con una diferenciación muy clara. Una de las necesidades más conocidas que llegan en la etapa post-educativa es el aprendizaje del inglés. Aunque son muchas las academias y empresas que se dedican a ello, no todas han conseguido el nivel de especialización necesario como para experimentar un crecimiento notable, y mucho menos el nivel de digitalización. Además, la sociedad es consciente de la escasa oferta formativa de calidad que hay para aprender inglés de una forma eficiente y real. Para English Factory este es uno de los problemas más comunes a los que se enfrentan, según afirma Javier Peñafiel, Responsable de Gerencia de la enseña: "Sobre todo, los clientes nos demandan mejorar su competencia comunicativa hablada, ya que éste es el gran “talón de Aquiles” de la mayoría de la sociedad española. También observamos como existe cada vez una mayor concienciación sobre la conveniencia o necesidad de obtener una certificación oficial que acredite el dominio de la lengua inglesa, ya bien sea para mejorar nuestro currículum, para poder acceder a un puesto en una oposición pública o como requisito para poder terminar la carrera universitaria".
El caso de franquicias como Oxford Language School es el claro ejemplo de adaptación a esta nueva realidad, en la que el modelo de enseñanza está entre lo presencial y lo online. Según señala Jairo Llarena, responsable del área de estrategia y expansión de Oxford Language School, “desde la llegada de la pandemia se ha acelerado el e-learning, pero con el fin de la pandemia se ha vuelto a poner en valor la presencialidad. En ese sentido, ha sido muy importante a nivel educativo tener la capacidad de ofertar un modelo híbrido de educación, adaptándose a las nuevas necesidades y cogiendo lo mejor de la formación online y de la presencial”. Con ello, Oxford Language School pone de manifiesto, no sólo la necesidad de incorporar nuevas tecnologías, sino la de crear y desarrollar métodos efectivos para la enseñanza, y hacer que lleguen al mayor número de alumnos posible.
Por otra parte, Nemomarlin opta por introducir herramientas tecnológicas que ayuden a los niños en el desarrollo de su capacidad de aprendizaje a través de las nuevas tecnologías. "Introducimos la tecnología de manera creativa y educativa. Como novedad de los últimos años, hemos introducido Tablet o pantalla táctil en las aulas como soporte educativo en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Además, en los últimos hemos años introducido la agenda digital que nos ha permitido una comunicación más eficaz, información en tiempo real, ahorro de tiempo y papel, personalización y accesibilidad", destaca Óscar Diaz Reimóndez.
Poner el foco en el alumno
EL aprendizaje es un proceso, y al igual que las personas, es distinto en cada caso. Cada uno marca su propio recorrido, y son los centros educativos quienes deben adaptarse a ello. No obstante, hay un factor común que siempre debe estar presente, y es que la educación no debe ser aburrida. Por su parte, las franquicias de educación han sabido instaurar exitosamente esta filosofía en sus aulas.
En palabras de Jairo Llarena, “la llegada de la tecnología nos ha hecho que captar la atención sea una tarea cada vez más compleja. En ese sentido, seguimos basando nuestro aprendizaje en la diversión. Conseguir alumnos que disfruten y aprendan sin darse cuenta es uno de los mayores retos y, a su vez, de nuestros mayores éxitos”.
Por eso mismo, el foco debe mantenerse siempre en el alumno. Lo importante para las franquicias de educación es utilizar un método que funcione, y por eso el objetivo debe ser siempre que el alumno aprenda. Por eso, según apunta Jairo Llarena “en Oxford Language School estamos siempre en continua innovación, mejorando y puliendo continuamente nuestro método, el Método Oxford. En ese sentido, no consideramos la tecnología como un fin en sí mismo, sino como una herramienta que nos permite conseguir nuestros objetivos: el aprendizaje de idiomas en un entorno divertido. En otras palabras, utilizar las herramientas de las que disponemos para lograr el aprendizaje de forma natural, que es el más efectivo”.
En English Factory también tienen en cuenta que centrar el aprendizaje en el alumno es mucho más importante, más allá de incorporar herramientas digitales. El Responsable de Gerencia de English Factory, Javier Peñafiel afirma que "proponemos un aprendizaje del inglés con metodologías y herramientas novedosas, como nuestra propia plataforma Englody, que integra en sí misma todo lo que necesita nuestro alumnado: contenidos exclusivos en vídeo, audio y textos creados por nuestro profesorado; herramienta de comunicación entre alumnado y profesorado, campus virtual con grabación de las clases impartidas, materiales complementarios y nuevas funcionalidades que estamos desarrollando y que sabemos que van a ser totalmente disruptivas en el sector de la educación. Ello nos permite obtener el máximo potencial del alumnado, garantizando además la obtención de las certificaciones oficiales, lo que es la mayor garantía de éxito y el mejor aval de nuestro trabajo diario".
Por otra parte, en Nemomarlin están plenamente comprometidos con la educación en valores como la ética y el respeto interpersonal, siempre apoyado en herramientas tecnológicas para mejorar la experiencia y la eficiencia. En palabras de Óscar Diaz Reimóndez: "Introducimos la tecnología de manera creativa y educativa. Como novedad de los últimos años, hemos introducido Tablet o pantalla táctil en las aulas como soporte educativo en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Además, en los últimos hemos años introducido la agenda digital que nos ha permitido una comunicación más eficaz, información en tiempo real, ahorro de tiempo y papel, personalización y accesibilidad. En nuestras escuelas, dentro de nuestro programa educativo, trabajamos para fomentar el respeto y la valoración de la diversidad cultural, lo cual implica la inclusión de materiales, actividades y juegos que reflejen diferentes culturas y tradiciones".
Así pues, las franquicias de educación implementan métodos conscientes del impacto social que éstos tendrán, teniendo en cuenta tanto al alumno, como las innovaciones tecnológicas. De manera que sus modelos de negocio, además de exitosos, efectivos y rentables, cumplen una función social muy importante, dando respuesta a aquellos problemas educativos que todavía se encuentran sin solución.