La creciente tendencia del sector de gran consumo abre una alternativa de inversión importante, ya que según datos de la consultora Nielsen la facturación del sector de distribución alimentaria rondaba los 95 mil millones de euros en 2020, un 6,4% más alto respecto al año anterior. Dentro de este panorama, el ámbito de la franquicia es una vía de acceso a negocios de gran consumo, destacando marcas como La Sirena, cuyo concepto se ha consolidado y diferenciado de los modelos tradicionales, gracias a sus productos congelados, ampliamente consumidos tras la situación de Covid-19.
La Sirena ha apostado por el formato de franquicia para posicionarse a nivel nacional como la cadena de supermercados con mayor crecimiento del año. Cuenta con un proceso de búsqueda riguroso, ya que los futuros franquiciados deben tener una perspectiva y estrategia de empresa acorde a los valores corporativos de la marca, entre los que se encuentra la innovación, el compromiso, la digitalización y la calidad.
Una de las principales ventajas de La Sirena es la calidad de sus productos a precios competitivos en el mercado. Para la central de franquicias de La Sirena, los procesos de congelación de los alimentos y la categorización en la venta son un factor fundamental para dar un valor añadido a la marca, por ello, tienen especial cuidado en la selección de proveedores.
Destaca también por la constante innovación en productos. El departamento de desarrollo e innovación lanza una media de 150 productos nuevos al año en función de las tendencias de consumo, como por ejemplo, carne Bio, productos veganos, sin gluten, sugar free o líneas exclusivas diseñadas por reconocidos chefs como Jordi Cruz, Carlos Maldonado o Isma Prados.
Lleva a cabo acciones de comunicación y fidelización exitosas. Actualmente La Sirena cuenta con un 1,8 millón de socios en Cataluña, Madrid, Castilla y León, Andorra, Levante y Aragón. Su estrategia de branding apuesta por el engagement del cliente para garantizar una rápida asociación de los productos y una rentabilidad continuada en los establecimientos propios y franquiciados.
Además, todos los establecimientos de la marca cuentan con amplios márgenes de beneficio debido a su mínima merma, al tratarse de productos congelados. A esto se le suma la competitividad en el mercado, en cuanto a la calidad de los productos y los precios, que permite una adecuada amortización de la inversión. La Sirena es la única cadena de franquicias de supermercados en asegurar el margen al futuro franquiciado.
La Sirena, se consolida, por ende, como una oportunidad tangible e interesante para empresarios locales que busquen emprender con un concepto de negocio novedoso, rentable y demandado en sus localidades. Desde la central de La Sirena afirman que “los requisitos para los franquiciados de La Sirena son tener experiencia en gestión empresarial probada, así como una inversión inicial aproximada de 200.000€. Los locales, además, deberán contar con unos 200 metros cuadrados y estar situados en ciudades de más de 30.000 habitantes”.
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