115 metros cuadrados repartidos en dos aulas para que los alumnos practiquen con el Ábaco Soroban y el BrainGym® y poder ejercitar, así, su cerebro y la aritmética mental con ejercicios rápidos, divertidos y estimulantes.
Jorge Penabad, psicólogo y director del centro de Santiago, destaca que aprender a aprender, y hacerlo además jugando, es una herramienta fantástica para evitar el fracaso escolar e incrementar el rendimiento académico del alumno. “No es una cuestión de enseñarles a hacer los deberes, sino de que aprendan a concentrarse y otros métodos para ejercitar la memoria, la resolución de problemas, la creatividad o la lectura y, además, haciéndolo de manera divertida. Esto no sólo les beneficiará a corto plazo, sino a lo largo de su vida”.
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