18/11/13

La franquicia Globalíder irrumpe con fuerza en las Islas Baleares

La promotora de comercio internacional Globalíder ha apostado fuerte por su desarrollo en las Islas Baleares. Esta semana, la compañía pone en funcionamiento su segunda oficina que dará una cobertura al amplio abanico de empresas con interés y posibilidades de internacionalizar sus productos y servicios.   

Ambas delegaciones estarán dirigidas por Francisco Díaz y Jorge Biarnés, dos jóvenes empresarios de las islas. 
 
Globalíder se consolida así como la primera red especializada en consultoría y promoción de comercio exterior y alcanza las 25 oficinas a nivel nacional, a las que se suman más de 20 delegaciones internacionales. “Estas dos oficinas son clave para nuestro desarrollo, el empresario balear, probablemente por la idiosincrasia de la insularidad, tiene talante abierto al mundo. La dependencia exterior ha sabido afrontarla dándole la vuelta a la tortilla, literalmente, cuando hay grupos empresariales en Baleares muy fuertes y que nacieron hace muchos años con vocación internacional, verdaderos líderes mundiales en su sector” afirma Francisco Casáus, director general de Globalíder. 
 
“Las Islas Balerares gozan de un rico tejido empresarial y una importante cultura exportadora. Sin embargo, los mercados emergentes no han sido su destino habitual” concluye. Es ahí donde Globalíder tiene mucho que ofrecer gracias a su amplia experiencia como consultora de internacionalización y su red de oficinas internacionales repartidas por países de cuatro continentes, con especial concentración en los mercados emergentes de West África, la Alianza del Pacífico y mercados asiáticos. 
 
Orientado a los más de 700 millones de potenciales clientes de los países emergentes
 
Globalíder dirige sus servicios principalmente a países emergentes, con más de 700 millones de potenciales consumidores, y especialmente a West África, donde la compañía está fuertemente posicionada, y a América Latina y Asia. Todo ello con un objetivo: ayudar a las empresas a internacionalizar sus productos y servicios, muchos de ellos con enormes posibilidades en distintos mercados y que actualmente no encuentran salida ante la escasa demanda interior existente.
 
Con este objetivo, Globalíder añade a la venta de un producto a un determinado país, la ventaja de establecer un comercio a medio/largo plazo, gestiona la vigilancia de los mercados, facilita la anticipación, la adecuación intercultural de productos y servicios, etc. lo que indudablemente beneficia a su ciclo de vida.

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