A un ritmo de aproximadamente 50 nuevas franquicias al año, el sector de las panaderías-cafeterías ha ralentizado su fuerte crecimiento por una buena razón: la de cuidar a la par de su expansión y de ofrecer a sus clientes una propuesta gastronómica que una en sus establecimientos varias líneas de negocio. De esta manera, predominan en el sector aquellas franquicias en las que no solo comprar el pan sino donde también tomarse un café, productos que, adicionalmente, han experimentado un aumento en su calidad.
De acuerdo a este escenario, el sector está viviendo un momento marcado por diversas tendencias entre las que se encuentra adaptarse a aquellos nichos de mercado con una mayor demanda. Es el caso de la enseña Sana Locura, que nació la década pasada especializándose en productos para celiacos entre los que también tienen cabida los indicados para veganos o aquellos realizados sin lactosa y sin fructosa, siendo su oferta una opción muy saludable.
Ofrece a los nuevos franquiciados un modelo de negocio innovador, revolucionario y rentable, además de acompañamiento de manera continua y la posibilidad de formar parte de una red de tiendas en continua actualización de proceso, operativas y productos. Es ideal para personas emprendedoras, que busquen una opción de autoempleo y, de acuerdo a Fermín Sanz, CEO de Sana Locura, es fundamental que los candidatos “se impliquen y participen desde el principio en el proyecto con el objetivo de obtener los mejores resultados, tanto durante la puesta en marcha como durante el desarrollo del mismo”.
Los bakery-cofee han sido un modelo de negocio que han experimentado un gran crecimiento en España, favorecidos por la expansión por todo el territorio español de enseñas como Granier. Separa sus establecimientos en dos ambientes, donde disfrutar de opciones dulces y saladas que permiten a los franquiciados un amplio horario de apertura y, consecuentemente, una alta rentabilidad. La imagen de marca y sus precios competitivos complementan un modelo de negocio de éxito en el que es posible consumir los productos en mesa u optar por el servicio take away.
Desde la firma de panaderías se dirigen a inversores, profesionales del sector y candidatos con perfil de autoempleo y ganas de implicarse en la puesta en marcha y el desarrollo del negocio. Como indica Laura Fuertes, desde el departamento de comunicación de la enseña, “Granier es una franquicia segura, rentable y de rápida amortización. Un franquiciado Granier es para nosotros un socio que, además de tener capacidad inversora, se implica en el negocio, tiene vocación de servicio, es un buen gestor y tiene espíritu emprendedor. Nuestros equipos centrales respaldan a los franquiciados de forma integral. Nos volcamos en apoyarle y asesorarle antes, durante y después de la apertura de la tienda en todas las áreas de negocio. La espectacular expansión de Granier en sus 12 años de trayectoria se debe a la experiencia de su fundador, Juan Pedro Conde, quien ha sabido replicar con éxito una fórmula tan artesanal como la elaboración del pan”.
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