Entrevistamos a los fundadores de la franquicia El Embarcadero
El Embarcadero ofrece todo tipo de ayuda, con un equipo de confianza que les formará tanto en cocina como en sala, para emprender su nuevo negocio con menos dificultades.
Javier y Mónica son un matrimonio que, desde los comienzos de su noviazgo, se han dedicado a los negocios de hostelería. Javier empezó con 16 años en la hostelería y arrastró a Mónica al sector.
Desde muy temprana edad han compaginado su negocio y vida personal, siendo extremadamente cuidadosos para no mezclar ambas cosas, con bastante dificultad, en algunas ocasiones y con mucha exigencia y constancia han llegado hasta El Embarcadero, en una edad ya más madura y estable.
¿Cuándo y cómo nació El Embarcadero?
El Embarcadero nace en septiembre de 2014, en Móstoles cuando el tema CACHOPO todavía no estaba en auge. Llevábamos un tiempo buscando negocio y arriesgamos en un asturiano, aun siendo los dos toledanos.
¿Nos podrías definir tu concepto de negocio?
Nuestro concepto de negocio es crear un sitio de reuniones familiares, negocio o amigos, donde nuestros clientes disfruten con nuestra comida y nuestro servicio.
¿Cuáles fueron las dificultades con las que te encontraste?
Nos costó bastante arrancar hasta que poco a poco, nos fueron conociendo y los clientes fueron confiando en nosotros, empezamos muy despacio, y como ya dijimos antes, con mucha constancia y exigencia lo fuimos logrando.
¿Por qué has decidido expandirte bajo la fórmula de la franquicia?
La idea de la franquicia surgió a raíz de que cada vez teníamos más clientes y el sitio se nos quedaba pequeño, pensamos que era buena opción expandir nuestra experiencia y nuestra marca a más puntos de venta.
¿Cuáles fueron los problemas con las que te encontraste al franquiciar tu negocio?
Encontrar la confianza del cliente, ya que somos nuevos en el sector y nuestra marca todavía no suena tan fuerte como las grandes cadenas.
¿Qué os diferencia dentro del sector frente a la competencia?
Nuestra calidad de productos, todos elaborados al momento y en el mismo restaurante, la novedad de negocio, la rentabilidad de sus productos, y la cercanía con nuestros clientes.
¿Cómo encuentras la situación del sector a día de hoy?
Pensamos que el sector es muy competitivo, pero eso es un reto, hay que trabajar con exigencia y con muchas ganas para conseguir cada uno su objetivo.
¿Cuál es el perfil de franquiciado que buscas para El Embarcadero?
No tenemos un perfil específico, queremos que nuestros franquiciados luchen por la marca, y disfruten de su negocio y trabajo.
¿Cuál es la inversión que tiene que realizar el franquiciado?
No pedimos una imagen en concreto, nos adaptamos a sus locales, así la inversión será inferior, amortizando el gasto en el menor tiempo posible.
¿Qué ofrece El Embarcadero al emprendedor?
El Embarcadero ofrece todo tipo de ayuda, con un equipo de confianza que les formará tanto en cocina como en sala, para emprender su nuevo negocio con menos dificultades.
¿Cómo ves el futuro?
Somos optimistas, y confiamos en lo que hacemos, el futuro lo vemos creciendo poco a poco como franquicia y creando nuevos puestos de trabajo.
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