Entrevista a las fundadoras de la franquicia Llagurt

Somos Glòria y Ingrid. Desde siempre quisimos crear una empresa juntas, desde pequeñas. Así que un viaje de Glòria a Chicago donde vio establecimientos donde se vendían yogures helados con toppings, le inspiró para volver aquí, contármelo y empezar a crear la empresa. Eso sí, con una calidad más elevada, siguiendo la línea del km0 y unos precios acorde a nuestro país. De esto hace 8 años, en aquel entonces teníamos 25 años de edad. Actualmente disponemos de 30 puntos de venta (propios y franquiciados) y hemos obtenido 7 premios/reconocimientos. Glòria se ocupa de la parte de la parte más financiera y de expansión y Ingrid de la parte más humana.

¿Cuál fue la motivación para crear Llagurt?

Era una idea innovadora, con una inversión no muy elevada y una buena oportunidad de negocio. El deseo de montar algo desde siempre para poder trabajar para nosotras.

 
¿Cuáles son las claves para la óptima gestión de una franquicia de restauración como la vuestra?

La planificación y la organización son muy importantes para la gestión de nuestra franquicia. Además de un buen servicio al cliente, con una respuesta rápida, es decir, ser resolutivo frente a tu día a día. La proximidad con el franquiciado, trabajar como equipo, la buena comunicación y el trabajar para intentar tener tiendas más rentables constantemente.

 
¿Qué diferencia a Llagurt del resto de las franquicias similares? ¿Nos puedes explicar vuestro modelo de negocio?

Nuestra idea de franquicia es crear autocupación. Es decir, que nuestros franquiciados puedan tener un trabajo por ellos mismos.

Llagurt es un negocio sostenible y flexible al paso del tiempo, con planificación a largo plazo, compartiendo los valores del esfuerzo, la perseverancia, el compromiso y la exigencia con la pasión, la ilusión y la vocación por el proyecto.

Las diferencias principales es que es de autoempleo, con lo que la implicación sobre el proyecto es máxima, el producto es de km0, trabajamos con granjas del territorio y que por un precio cerrado te puedes poner los toppings que quieras.

 
¿En qué lugar se encuentra Llagurt dentro del sector de las franquicias de yogurterías y cómo cree que evolucionará el mismo?

En Cataluña somos de las primeras franquicias de yogurtería, sobretodo en la provincia de Girona. Queremos expandir este modelo también al resto de Cataluña y llegar a ser la yogurtería líder, por nuestra calidad y nuestro servicio. Actualmente también hay algún punto de venta en la provincia de Barcelona y Perpignan.

 
¿Qué pasos seguís para garantizar la mayor calidad en vuestros productos?

Nuestro producto es de proximidad, de km0. Eso da una calidad extra a nuestros productos. Además, apostamos por la fruta natural que junto con el yogurt ecológico que viene directamente de la granja nos da como resultado un producto bueno y saludable. Queremos añadir que nuestro servicio está centrado por un trato al cliente cercano y familiar, de proximidad.

 
¿Cuál es el perfil medio de inversor en vuestra franquicia? ¿Cuál es el perfil perfecto?

No se trata de un inversor que quiera poner dinero en una tienda, se trata de una persona que quiera autoemplearse. Tiene que ser una persona que comparta nuestros valores como marca (la proximidad, la vinculación con el territorio, el trato cercano con el cliente,…) Que sea una persona comercial, ya que nuestra función principal no es poner yogures sino vender. Cada día se tiene que hacer labor comercial. Tenemos que entender la necesidad del cliente para poder ofrecerle lo que busca. Que sea una persona limpia, ya que vendemos comida. Que entienda un poco de números y que controle los márgenes y la evolución del negocio ayuda muchísimo.